viernes, junio 30, 2006


AUSENTE
Ausente, en mis horas muertas
y en mis minutos de euforia.
Ausente, en mis pródigos infiernos
y mis difusas glorias.
Ajeno, a mis noches incompletasdonde
el insomnio se viste de fiestay flagela
tu recuerdo en mi memoria.
Para dolerme todos los huesos de ti,
Ausente, pues, mi cuerpoal completo,
se resiente de tu abandono.
Y en mi alma,
Ausente,rememorar tu ausencia es estilete que,
cercena de un tajo la esperanza.
Y el corazón, que comprende,
se desgarra, y queda impotente
para albergar otro sueño,
en el que tú ya no seas dueño,
sino leyenda abocada al olvido.
Allá, donde mi voluntad te arroja,
Ausente,con la fe como blasón
y la connivencia de los sentidos que,
al finse han convencido,
que tu ausencia,más que puñal,
ha de encarnar para mi espíritu,
rama de olivo portadora de paz…